A pesar de la complejidad que podría implicar una pregunta tan amplia como aquella con la que quiero comenzar, quisiera arrojarla como pequeña vertiente de un debate sin duda mucho mayor relacionado con la epistemología: ¿cuál es el lugar desde el cual habla el subalterno?
La pregunta, sin duda, hace referencia al debate expuesto por Gayatri Spivak en su texto ¿Puede hablar el subalterno? (2003), y que recupera Modonesi cuando se interroga sobre el momento en que los subalternos dejan de ser tales “¿en qué momento de su recorrido de autonomización?”. La respuesta de Spivak es que “si los subalternos pueden hablar, este acto significa que tienen un mínimo de organización y, por lo tanto, ya no son subalternos sino que emprendieron el largo camino hacia la hegemonía”. (Modonesi, 2010:38). Gramsci, por su lado, sostiene que los subalternos lo son “siempre” “incluso cuando se rebelan, lo que indicaría que solo el “quiebre” definitivo –el hacerse Estado por medio de una revolución, el volverse clase dirigente, es decir hegemónica y dominante– marcaría el fin de la subalternidad” (Modonesi, 2010:39).
Siguiendo al teórico de la subalternidad por excelencia, y asumiendo por lo tanto, que hay la posibilidad de palabra en el subalterno, la pregunta sobre el lugar desde el cual surge dicha palabra es significativamente legítima.
Para responderla se tiene que volver en la historia hacia la violencia real y simbólica con la cual se construyeron los modos de pensar en los grupos marginales, legando así una epistemología concreta para leer la realidad y que hoy por hoy, representa un modo de colonización, o en palabras de Boaventura de Sousa, un epistemicidio (De Sousa, 2009).
La epistemología dominante, por lo tanto, pobló los espacios de vida social de los pueblos oprimidos y por lo tanto les fue configurando un modo de pensar en el proceso de la construcción de su subjetividad. Dicho proceso es al mismo tiempo, un proceso de construcción de subalternidad.
Esta epistemología basada principalmente en el positivismo, en la idea de rigor y en la pretensión de objetividad ha construido no solo una idea de ciencia sino una forma de vida, expresada en la educación, en la cultura, e inclusive en el modo en el que están construidas las ciudades (sus esquemas arquitectónicos).
Esta perspectiva epistemológica hace que el mundo subalterno vea la realidad de un modo específico, desde las categoría de la matriz moderna – eurocéntrica, dejando de lado su propio contexto de vida, y sus propios mundos de sentido. El lugar desde el que habla el subalterno es el lugar de la epistemología occidental. Ello inauguraría una pregunta distinta respecto del “deber ser”. Entonces ¿cuál es el lugar desde el cual debería hablar el subalterno?
Hay que comprender que el contexto es esencial para entender las realidades específicas, por lo que una mirada contextualizada transformaría la perspectiva epistemológica transformando inclusive las metodologías que se utilizan para ello. Las metodologías con las que se investiga, aún en y desde el mundo subalterno, están aún muy ligadas al paradigma positivista, y esto incluso en las ciencias sociales.
Las metodologías, desde una perspectiva epistemológica más endógena, son además parte de una opción política singular. Esto dado que las metodologías y perspectivas científicas que se asuman desde la periferia, desde el mundo subalterno, han de ser necesariamente metodologías que transformen y que ataquen las estructuras que generan las injusticias.
Bourdieu por ejemplo recuerda que las metodologías son el resultado de relaciones sociales, y que no se puede obviar la relación existente entre aquel que investiga y aquel que es investigado (Bourdieu, 1980). La investigación acción participativa (Fals Borda, 1990) merece una atención particular, dado que en la perspectiva del subalterno, se vuelve una cuestión fundamental para partir del contexto y transformarlo. Así la investigación podría tomar rumbos anteriormente desconocidos.
BIBLIOGRAFÍA
Bourdieu, P. (1980). El oficio del sociólogo: presupuestos epistemológicos. México: Siglo XXI Editores.
De Sousa, B. (2009). Una epistemología del sur. México D.F: Siglo XXI.
Fals Borda, O. (1990). “El tercer mundo y la reorientación de las ciencias contemporáneas”. En: Nueva Sociedad, Buenos Aires: Friedrich Ebert-Stiftung. 1973. Nro 107.
Modonesi, M. (2010). Subalternidad, antagonismo, autonomía. Marxismos y subjetivación política. Buenos Aires: CLACSO; Prometeo Libros.
Spivak, G. (2003). ¿Puede hablar el subalterno?. Madrid: El Cuenco de Plata.
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