Mientras China ha iniciado su transición a la vida normal, y muchos otros países se encuentran ya reflexionando las estrategias para retomar algunas actividades cotidianas, hay otros, como Japón, en los que todo está comenzando. Gracias al aporte de Marta Gallina, podemos leer este relato que, de modo muy conciso, nos explica la realidad que se vive desde la ciudad de Tokio, Japón. Si te interesa leer este artículo en su versión original, puedes dar click aquí, para pasar a la versión en inglés.
Una nueva amenaza llamada COVID-19
Japón ha estado bajo el foco de atención desde febrero debido al famoso caso del “Diamond Princess”, un crucero que fue puesto en cuarentena en el puerto de Yokohama después de que el nuevo coronavirus comenzó a propagarse a bordo del mismo. Más de 700 pasajeros fueron encontrados positivos para COVID-19 y la cuarentena duró casi un mes.
A principios de marzo, la preocupación por una posible propagación del virus en el continente comenzó a aumentar. Se cerraron instalaciones interiores y exteriores en las que se reunían muchas personas (p. ej., museos y parques temáticos).Todos los restaurantes y locales públicos, como las universidades, pusieron a disposición desinfectantes para las manos; se cancelaron reuniones y eventos que involucraban a muchas personas; los restaurantes y espacios públicos se volvieron menos concurridos de lo habitual. Por otra parte, como consecuencia de las recomendaciones de no viajar y del inicio de las restricciones de viaje, disminuyó significativamente el flujo de turistas que generalmente se desplaza por el centro de Shinjuku y Shibuya. Los trenes permanecían llenos de gente en horas pico. En la mayoría de farmacias, supermercados y “combinis” (pequeñas tiendas 24/7) se agotaron las mascarillas y el papel higiénico.
¿Todavía es posible una vida normal?
Contrariamente a las previsiones más pesimistas, los casos de COVID-19 en Japón no aumentaron a un ritmo exponencial -todavía no está claro por qué fue así-. A mediados de marzo, todavía estaban previstos los Juegos Olímpicos para el verano de 2020. Con el fin de volver a atraer a los clientes, algunos restaurantes propusieron un 30% de descuento “contra” el brote de coronavirus. El teletrabajo era sólo hipotético, aunque, al mismo tiempo, Japón ampliaba la prohibición de entrada a la mayoría de los países europeos, los Estados Unidos, Canadá, Irán, Hong Kong, la República de Corea, entre otros.
A partir de mediados de marzo comenzó en Tokio la temporada de cerezos (sakura). Aunque las fiestas y los tradicionales hanami (fiestas al aire libre o picnics para ver las flores) estaban prohibidos y los principales jardines estaban cerrados, miles de personas se reunieron en los lugares más populares de la ciudad para experimentar el florecimiento. El 24 de marzo, el Primer Ministro Abe anunció el aplazamiento de un año para los Juegos Olímpicos de Tokio. En la misma semana, un aumento de casos en el área metropolitana de Tokio llevó al gobernador Koike a pedir a la población que se abstuviera de salidas no esenciales durante el fin de semana, esto provocó un pánico por hacer compras en todo Tokio. La semana siguiente, el gobierno sugirió quedarse en casa también durante las noches. El 29 de marzo, Ken Shimura, un popular cómico japonés, murió a causa del coronavirus, la noticia conmocionó a Japón y sensibilizó a la opinión pública respecto de los posibles riesgos relacionados con la propagación de la enfermedad.
Hacia el estado de emergencia
Debido al alarmante aumento de los casos de COVD-19 en Japón, el 7 de abril el primer ministro japonés Abe declaró estado de emergencia durante un mes para Tokio y otras seis prefecturas: tiendas de alimentos, farmacias y todos los servicios esenciales están garantizados; el transporte público sigue funcionando y se fomenta el teletrabajo. A diferencia de otros países, en Japón no existe una ley que obligue a los ciudadanos a quedarse en casa o a cerrar empresas privadas y las transgresiones no pueden ser castigadas, por lo tanto, el bloqueo japonés puede verse como una versión mucho más suave del modelo europeo. Sin embargo, los gobernadores tienen derecho a cerrar las escuelas y a prohibir reuniones públicas.
A partir del 6 de abril, hay 3654 casos confirmados en Japón (4667, hoy, 9 de abril). Los expertos estiman que los casos de coronavirus aumentarán rápidamente en las próximas semanas. Tokio va a usar un hotel para pacientes con síntomas leves y otros edificios podrían utilizarse como instalaciones médicas temporales para hacer frente al aumento de las infecciones.
Fuentes:
Sobre la propuesta:
Quisiera recopilar relatos de diversos países, de gente que nos cuente “¿Cómo se vive en tiempos del Coronavirus?”. Se trata de relatos cortos (alrededor de 500 palabras) que nos digan cómo está su ciudad o país y qué hacen ustedes en medio de esta crisis.
I would like to compile stories from various countries, from people who tell us "How do people live in the times of the Coronavirus?". These are short stories (about 500 words) that tell us how your city or country is doing and what you are doing in the midst of this crisis.
Je voudrais compiler des récits de différents pays, de gens qui nous disent « Comment vit-on à l’époque du coronavirus ? » Il s’agit d’histoires courtes (environ 500 mots) qui nous disent comment est votre ville ou votre pays et ce que vous faites au milieu de cette crise.
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