¿El día qué trae fatalidad existe o lo construimos?
Para usted que sale a caminar sin rumbo muchas veces queriendo fugar de la carga de los problemas por la vida ; para todos nosotros que no entendemos que vivir, no es lo mismo que sobrevivir.
Existe un refrán popular: "no te cases ni te embarques, ni de tu casa te apartes en un día martes porque fatalidad te traerá". ¿Quién maldijo al día martes como un día pesimista no lo sabemos? Por ello, vamos a tertuliar sobre estos asuntos que pasan desapercibidos en nuestro cotidiano, y que, aunque parezca mentira representan una cadena de hábitos a tener en cuenta; luego, dialogaremos con el mundo de los retos, "el éxito" y las "redes sociales".
André Luís (1999) resumía que una forma común de llamar la infelicidad del día a día es disponer de ese tiempo para creer que un día serás infeliz. Las líneas atrás mencionadas son para decir que el mismo hombre llamaría la atención a sus sentidos para que se activen para atraer lo negativo. ¿Por qué un día es desgraciado más que el resto?, quién eligió que ese día sea visto como pesimista?...
Solo recordarles que somos una sociedad con múltiples capas de ideas, normas, y tradiciones que se construyeron y de-construyeron cual paso similar de la arena en el mar. Los hábitos son una vasta fuente para generar acciones que en el transcurrir de la vida y el sujeto se acompañan como una fórmula para la creación de nuevas ideas y creencias sociales, que una vez en la boca y oídos de todos los entes, estos se vuelven hechos legítimos. Cuidado el ser humano debe de tener al repetir hábitos dónde muchos de ellos ya están simbolizados con el poder de la disciplina de la ontología occidental.
Por lo tanto, no estaría de más darnos nuevas oportunidades con los días señalados o vistos como los peores días. Si se cree en Dios se debe hacer oración. Si se tiene fe en las montañas o ríos vamos al encuentro de esos espíritus, pero no dañemos más diciendo que el día martes es fatalista. Nos hemos puesto a pensar ¿Qué nos diría el día martes si fuese una persona? Creo se sentiría como el malo, y el horrible de la familia.
Cuántos seres humanos hoy en día son gentes de servicio, y nacieron un día martes; cuántos se comprometieron un día martes, cuánta humanidad se conocieron un día martes, o fueron a su primer día de aulas, o tuvieron su primer trabajo, o por último muchos pudieron dar las gracias a Dios a ese día martes. Si nosotros sabemos respetar y valorar el tiempo de todos los días por igual, entonces ¿por qué el día martes sería el qué lleva la peor parte?. Tomando por ejemplo a los pueblos originarios, martes es un día festivo, que le antecede al lunes o Killa Chay Punchay denominado lugar de los Andes, y que es su continuación a ser la estrella que alumbra al día siguiente el miércoles y así sucesivamente.
Como menciona Dora Mayer (2018) la vida del desgraciado es un episodio en la historia del universo, el pesimismo personal, por justificado que sea, no puede afectar el orden del tiempo, ni prometerlo como el enemigo del ser humano. Siguiendo en estos avatares de la vida cotidiana nace una interrogante ¿qué significaría llegar a tener éxito?, vamos a reflexionarlo de manera poco ingenua.
En la Real Academia Española (RAE) encontramos por derrota lo que vendría a ser una superación de un obstáculo en lo cotidiano de un ente social o en grupo o individual. Se esclarece que hay múltiples significados y adecuaciones sobre todo concepto usado, este texto inicia de por aquí, y usaremos el sentido de la derrota para partir a pensar los actos y situaciones emotivas, subjetivas y objetivas en la acción del sujeto/tos sobre el sentirse a conforto. Según Helena Pereira (2002) el éxito se entiende por arribo con rango de victoria en las personas. También éxito sería lograr una salir de las dificultades, o enfrentar propuestas mediante una gama de valores y objetivos trazados para lograr así un buen resultado. El éxito del latín exitus, que sería llegar a un fin o terminar.
¿Qué consecuencias tiene el concepto éxito? ¿será acaso que lo único que quiere la orden del sistema es solo aturdir al ser humano y sus deseos?
Pensemos en algo concreto, el mundo de la vida y el trabajo; sabemos que todo ser humano tiene que trabajar y hacer de su fuerza un elemento a usar para construir y solventar sus necesidades, lo cual no está del todo mal. La amarra del trabajo, y la vida cotidiana daría contra la pared cuando se llega a contactar con el deseo del hacer una acción de construcción para ganar o llegar a sus objetivos. De ahí que el éxito es un concepto poderoso muy usado por el mundo capitalista, como acto emprendedor pero que actúa distorsionando todo sentido del deseo humano basado en el fetiche del trabajo. Este presente se lo puede asimilar como un juego de sueños y deseos.
El mundo se viste mayormente de una inmundicia de censo común, y casi poco de la razón, en lo cotidiano; repetimos frases, imitamos lenguajes, sonidos y hasta bailamos sin saber qué es lo que se nos quiere decir, o de quién vienen las oraciones propuestas del éxito. Otro ejemplo nacido en la modernidad es, ahora está de moda, lo nuevo; o me voy a la capital para tener éxito; si mi vecino compro carro yo también quiero uno igual, o hasta uno mejor, etcétera,. Esas pequeñas cosas que van desde lo más simple, o tonterías habladas a lo largo de la vida, van cargando una mochila de cemento en las espaldas del hombre, que mientras más camina y se llena de deseo material y subjetivo, más pesa para llegar al éxito.
Veamos el micro cuento:
Cuentan que, en el planeta del consumo, viven unos seres celestiales llamados hombres, y que, junto a sus familias, día a día son entrenados para ir en busca de sus deseos todos los días, día tras día, y que, en última instancia, son enfrentados por unos seres sobrenaturales mediante la famosa ley del más fuerte, y lemas como: solo serás feliz o tendrás carros, negocios, y cuentas en los bancos, si ofrecen su vida a la esclavitud de querer todo el gozo de las mercaderías y del dinero. Comentan que en este planeta del consumo la biblia de estos hombres es matarse trabajando, y que el credo es la competencia y lograr el poder sin importar nada. Según nuestro narrador de historias el cuy, el predicador se llama Capitalismo, y es como el amo de todo, y su idea base es que mientras más mercaderías existan en la vida, más alienación habrá para someter a los seres del mundo del consumo. Un día un gorrión llamado despierta, y una golondrina con nombre de crítica se acercan a una reunión de los llamados seres humanos, para decirles: ¿qué pasa con ustedes, por qué el afán de los imposibles los está corroyendo, no que son súper inteligentes, por qué persiguen sueños imposibles mentirosos, compulsivos, y, no han pensado solo cargar mochilas posibles de objetivos menos pesados?
El gorrioncito y la golondrina se fueron, y en cuanto a los humanos no se supo qué decisiones tomaron. ¿Al fin y al cabo, por qué harían caso los humanos a un gorrión y a una golondrina, expresó el cuy?
Steve Stein (1983), tomando el contexto de las primeras sociedades peruanas, nos enseñó a decir, que es necesario que exista el criado para mandar a hacer los servicios, o el patrón para obedecer. Retomando la cita de Andre Luiz, la felicidad puede en estos tiempos exhibirse, pasear, hablar y sin lugar a duda funciona ya como una imagen simbólica de la emoción subjetiva de un ente, o lo que este quiere transmitir para los otros a veces distorsiona más su significado primero.
La vida en camisa de once varas, es, pues, cómo esta se encuadra dentro de los nuevos hechos sociales, que la hacen un nuevo experimento. Pongamos de ejemplo las redes sociales : la vida y la privacidad.
Ya, en este mundo de la informática, desde la aparición de Mark Zuckerberg en el 2004 THE FACEBOOK, las Imágenes y publicaciones y hasta reflexiones filosóficas, políticas, etc., se trasmiten todos los 7 días de la semana, los 365 días del año, las cuatro estaciones del año, etcétera. Si hubiera más días extra y horas también los utilizaríamos de seguro. La vida privada paso a no tener tanto sentido. Actos como mira estoy aquí ; o aquí me encuentro; nos encontramos así; realizo esto; escribo esto; me compre tal o cual cosa etcétera., son el tabú del planeta en redes sociales, un hecho social que no solo aliena sino que frustra al usuario. ¿Qué más nos deparará la vida de la ciencia y el consumo? Creo que es imposible escaparse de tremenda tentación. Erving Goffman (1985) una vez dijo la representación del yo en la vida cotidiana es un telón de cine día a día en el hombre. Vivimos simulando, y solo simulando. En síntesis, el papel del sujeto es desempeñado bajo un molde de cómo la sociedad y los otros sujetos se desempeñan. Hoy las Redes sociales son un lenguaje sin habla, y que a la vez dice todo, historias de vida, profesiones, etcétera.
Como para reírnos, si la señal de humo es muy conocida por los filmes del viejo oeste y nativos americanos para decir peligro, o ayuda, el presente tiene en pleno corazón de la civilización de la informática, las señales humo - Facebook y redes sociales en general, unas con más llamas que otras. Es de sorprendernos que antiguamente la noción de vida íntima y privada tenía un sentido respeto particular. En este presente raro, la vida privada ya de poco sirve, creemos.
Concluyo con las siguientes interrogantes:
¿Qué significa tener una vida privada en este presente de la informática?, ¿qué significaría tener éxito cuando el capitalismo es el que invita?, sí te llegará la pensalona (concepto de doxa popular) y te da un derrame, por estar piensa y piensa en el bendito deseo de algún modelo de éxito calcado, y que Dios quiera que no, ¿cómo se podría alcanzar ese ansiado logro enfermos?, ¿desde cuándo la vida es una agencia para el placer del consumo?
Descargar piedras de la mochila que cargamos sobre metas innecesarias es saludable.
Referencias
BOURDIEU, Pierre. (1973) A opinião pública não existe. Les Temps Modernes, nº 318. Disponible. https://edisciplinas.usp.br/pluginfile.php/50619 Acceso. 20/02/2020.
Derrota. Disponible. https://dle.rae.es/derrotar. Acceso 12/05/2021.
GOFFMAN, Erving. (1985) A representação do eu na vida cotidiana. Tradução de Maria Célia Santos Raposo. Petrópolis. Ed. Vozes.
HELENA, Pereira. (2002). Éxito. Diccionario. São Paulo. Editores melhoramentos.
MAYER, Dora. (2019) El sol que disipa las nubes. Textos Esenciales. Joel Rojas. Lima.
STEIN, Steve. (1983) La sociedad Oligárquica: Cultura Popular y Política Popular en los comienzos del siglo XX en Lima. El Perú de Velasco. Tomo I. Lima. Cedep. Editorial. Letra. S.R.L.
XAVIER, LUÍS. (1999). Señal Verde. Sao Paolo. CEC Editora. 46 ed.
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