El mismo título de la obra se muestra como una apuesta sugerente y arriesgada. Jean y John Comaroff no solo hacen un ejercicio de revalorización del pensamiento producido en el sur, sino que arman la existencia de teorías en medio de este espacio que históricamente se ha comprendido, desde el centro europeo, como “lugar de sabiduría pueblerina, tradiciones antiguas, hábitos y significaciones exóticas”. Podría armarse que, al igual que las ‘teorías desarrolladas en el sur’, este libro es el resultado de una construcción laboriosa a través de reflexiones, diálogos e interrogantes referentes a múltiples temas: el sur, como aquella construcción histórica en la que surge una teoría inmanente a la vida misma; la noción de persona, donde el trabajo, el yo y lo social son mutuamente constitutivos; la ciudadanía, como el “terreno en el que distintas formas de subjetividad fractales, cada vez más irreconciliables entre sí, encarnadas en grupos de personas autodeterminados, pueden dar rienda suelta a distintas posibilidades de acción social en procura de alcanzar sus intereses, ideales, pasiones y principios”.